Deportista y líder: Federico Melo, galardonado con la Distinción a la Trayectoria Deportiva 2025
“El deporte le enseña a uno más sobre cómo sobrellevar las adversidades de la vida, que sobre cómo nadar 50 metros libre”.
— Federico Melo, egresado y atleta Uniandino
Federico Melo, egresado del programa de Ingeniería de Sistemas y Computación de la Universidad de los Andes, fue reconocido con la Distinción a la Trayectoria Deportiva 2025, un premio que destaca a estudiantes que combinan excelencia académica, liderazgo y compromiso con el deporte universitario.
El deporte como escuela de vida
Para Federico, la natación no es solo un deporte, sino una parte esencial de su bienestar y formación personal. Desde temprana edad, encontró en el entrenamiento de alto rendimiento una fuente de aprendizaje:
“El deporte me ha enseñado mucho. Aprender a perder fue algo que me costó mucho”.
Gracias a la práctica constante, desarrolló valores como la disciplina, la perseverancia y la resiliencia, habilidades que hoy reconoce como fundamentales en su vida universitaria y profesional.
Un inicio con obstáculos
Aunque hoy es un referente del deporte universitario, los inicios de Federico en la natación no fueron sencillos. Confiesa que al principio no le gustaba el deporte, y su proceso estuvo marcado por desafíos.
“Tuvimos una entrenadora que no le tenía mucha paciencia. Lo sacaba de la piscina diciendo: ‘no sirve para esto’”, recuerda su madre.
Sin embargo, su perseverancia dio frutos. Con el tiempo, no solo desarrolló amor por el deporte, sino que se convirtió en velocista, especializándose en los estilos libre y mariposa, aunque admite que su estilo favorito es espalda, a pesar de no ser el más fuerte.
Además, ha representado a la ciudad como parte de la selección Bogotá, compitiendo junto a algunos de los mejores nadadores del país.
Trayectoria como atleta Uniandino
Federico ingresó a la selección de natación de la Universidad de los Andes en 2020, en plena pandemia por COVID-19. Aunque las restricciones dificultaron el entrenamiento, especialmente por la falta de acceso a piscinas, su motivación no se debilitó.
“Fue muy duro. Esas madrugadas entrenando sin piscina fueron terribles para mí”, confiesa.
Durante sus cuatro años en el equipo, uno de sus mayores logros fue ser elegido capitán del equipo de natación. En este rol, su liderazgo fue clave para fortalecer los lazos del grupo, fomentar el compañerismo y crear un ambiente sano tanto dentro como fuera del agua.
“No importa si gané 10, 20 o 30 medallas… cuando deje de nadar no será eso lo que haya afectado mi vida. Mi mayor logro deportivo fue ser capitán y lograr que la selección estuviera entre los mejores equipos de natación a nivel nacional”.
Equilibrio entre deporte y vida académica
Uno de los mayores aprendizajes de Federico ha sido cómo equilibrar la exigencia académica con la práctica deportiva. A diferencia de lo que muchos piensan, él considera que el deporte no compite con el estudio, sino que es una herramienta que potencia su rendimiento.
“Cuando uno hace deporte, cambia el estilo de vida. Las horas que uno invierte entrenando se traducen en concentración, tranquilidad y menos estrés”, explica.
Considera que la natación ha sido un pilar importante para su salud mental y su organización personal. Por eso, invita a más estudiantes a vivir esta experiencia:
“¡Háganle, es fantástico! Es una experiencia fenomenal”.
Una inspiración para la comunidad Uniandina
La historia de Federico Melo es un ejemplo del impacto positivo que el deporte puede tener en la vida universitaria. Su paso por Los Andes no solo estuvo marcado por los logros en la piscina, sino también por su capacidad para inspirar, motivar y generar comunidad.
La Distinción a la Trayectoria Deportiva reconoce precisamente eso: la ética, constancia y liderazgo de quienes hacen del deporte una forma de vida y un ejemplo para los demás.
Escrito por Gabriel Plazas | [email protected] y Paola Araque | [email protected]